Miquel Baptista Gran

[6]​[7]​ Cuando, con motivo de la sublevación de Cataluña, los franceses entraron en la comarca, los frailes de Escornalbou se pusieron en fuga excepto fray Buenaventura, que abrió las puertas del convento para dar cobijo en él a los moradores de los alrededores y logró del general francés que se retirase del convento sin hacer daño a los que encontró allí reunidos y en oración ante el sacramento.

[17]​ Algo más tarde fray Buenaventura obtuvo del cardenal Barberini unos terrenos para edificar desde sus cimientos el convento de su propia reforma en Roma con el título de San Bonaventura al Palatino, comenzando las obras en 1670.

En 1677 entraron los religiosos a residir en él, aunque la iglesia no se pudo consagrar hasta poco después de su muerte, en 1689.

La otra curación ocurrió en 1818, cuando otra mujer, que había quedado inconsciente durante tres días después de un parto, se recuperó al ser tocada por unas reliquias del venerable.

En Riudoms existe una gran devoción por el beato y se celebra una fiesta en honor suyo, cada 24 de noviembre, en la que se sacan sus restos en procesión por el pueblo.