Obligado a dimitir en junio de 1933, Hugenberg fue sucedido por Kurt Schmitt y Walther Darré.
Como resultado, las áreas individuales de responsabilidad fueron transferidas gradualmente a otras autoridades nacionalsocialistas.
Los únicos autorizados a asumir esa condición eran los ciudadanos alemanes que pudieran probar su pureza de sangre remontándose hasta el 1800 y la perdían si violaban el Código de Honor Campesino o si por incapacidad u otra causa dejaban de dedicarse a la agricultura activa.
Con esta reforma, los campesinos que al iniciarse el Tercer Reich estaban abrumados por deudas, quedaba exento de perder su propiedad y, al mismo tiempo, atado a la tierra como los antiguos siervos del período feudal.
El ministro obtuvo aumentos de precios del veinte por ciento para la producción, que fue incluso superior en relación con los lácteos, verduras y ganado, si bien el incremento quedó parcialmente anulado por la subida de insumos.
La meta de autosuficiencia en materia alimentaria que se propuso el gobierno solo fue cumplida en un 83% pero los alemanes obtuvieron durante la guerra el resto que necesitaban gracias a la conquista de otros países.