Esta confesión la hace Atena a sus santos de bronce en el Episodio 41 «¡La gran batalla decisiva del Santuario!
Aparecería mucho más tarde, para proteger a Aioria cuando este descansaba luego de la pelea en contra del Titán Ceo, aunque la idea no le guste para nada.
Al principio Milo se enfrenta con Seiya y Shiryu, a los cuales derrota con facilidad.
En la poca intervención de todos los Dorados durante Poseidón, es Milo quién se interpone entre Aioria y Mü cuando Leo no aguanta quedarse en el Santuario y queriendo ir a la ayuda de Seiya y los demás, recibe la amenaza irracional de Mü hasta que Milo pone orden diciendo "Ya basta señores ¿Qué ganarán peleándose entre Caballeros?
La diosa le advierte que el traidor Kanon ahora ha vuelto como un poderoso aliado.
Más tarde, Milo siente cómo Shaka es asesinado por la Exclamación de Atena lanzada por Saga, Camus y Shura.
Milo es derrotado junto a sus dos compañeros y arrojado todavía con vida al Cocito.
Después obtiene la Daga sagrada de Atena, con la cual puede invocar una armadura divina, a esto, Mu de Aries le advierte que debido a sus heridas por la batalla contra Camus y el Dios Guerrero Surt, invocar la armadura divina le provocara la muerte, a lo que Milo responde que ya murió una vez, y mientras sea en nombre de la justicia, da lo mismo quién caiga primero, entonces invoca la armadura y ataca una de las raíces principales del Ygdrassil, al lograr su cometido y destruir la fuente que roba el cosmo de los Caballeros Dorados, Milo muere y su cuerpo es devorado por el árbol.
Posteriormente se descubre ni él ni los demás Caballeros Dorados habían muerto sino que dormían dentro del árbol, ya que Afrodita utilizó su inmunidad a los venenos vegetales para desarrollar resistencia al Ygdrassil y trasmitirla al resto de Caballeros, quienes tras despertar de su letargo se unen a la batalla final contra Loki.
El nombre de estas técnicas es desconocido y nunca se vio que las usara nuevamente.