Los misiles V-1 y V-2 desarrollados por la Alemania nazi fueron los precursores de nuevas armas usadas en la Guerra Fría.
Uno de los primeros interceptores fueron los cohetes Niké-Zeus armados con cabezas nucleares, que debían pasar sobre el polo norte para derribar misiles rusos; más tarde ambas potencias acordaron el Tratado ABM que prohibía usar estos dispositivos y mantener el status MAD (Destrucción Mutua Asegurada) para prevenir a ambos bandos hacer un ataque sorpresivo.
En 1983 el presidente Ronald Reagan, propuso la Iniciativa de Defensa Estratégica (sistema de armas espaciales popularmente conocido como Star Wars), este fue ridiculizado ya que era muy costoso y demasiado poco realista para su tiempo.
En 1987 la URSS puso a prueba el Polyus una estación espacial que se podía defender con ASATs y destruir otros objetivos en el espacio.
Después del colapso de la URSS la carrera espacial entre las dos superpotencias terminó, otros países como China, India, y Japón comenzaron a desarrollar sus programas espaciales, y la Unión Europea comenzó a crear colectivamente satélites para competir con la industria de Estados Unidos.