Milena Quaglini

Nacida en Mezzanino, cerca de Broni en el Oltrepò pavese se graduó en contaduría en Pavia.

Allí conoció a Mario Fogli, que fue su segundo marido, que ocasionalmente trabajaba como camionero y también con problemas de alcoholismo, quien, al parecer, se manifestaba como una persona violenta, obsesiva y patológicamente celosa; hasta el punto de obligar a Quaglini a dejar su trabajo, pues estaba seguro de que, tarde o temprano, su esposa lo engañaría con algún compañero de trabajo.

Pero el dinero no le alcanzaba, así que encontró trabajo como cuidadora con un señor mayor, Giusto Dalla Pozza (83 años), quien le prestó 4 millones de liras y luego intentó aprovecharse de ella, en justificación del préstamo.

El 25 de octubre de 1995 el anciano Dalla Pozza le dijo a Milena que podía devolverle 500 000 liras al mes, o bien, pagarle en especie; es decir, en frutos o géneros sexuales en substitución del dinero.

Quaglini salió de la casa mientras Della Pozza agonizaba y luego llamó a la ambulancia.

El resultado fue una lucha en la que Fogli intentó en vano salir indemne.

Ella lo golpeó con un joyero y luego lo estranguló con la cuerda de la persiana.

Los fármacos encontrados en la casa y los rastros de ADN la llevaron a la confesión.

Milena fue arrestada poco después en el auto de Porrello y regresó a la cárcel.