Mijaíl Nésterov

Su lienzo La visión del joven Bartolomé (1890-91), donde plasma la conversión de Sergio de Rádonezh, está considerado como el inicio del Simbolismo ruso y su primera obra maestra.De 1890 a 1910, Nésterov residió en Kiev y en San Petersburgo, ciudades en las que pintó frescos en la Catedral de San Vladímir (Kiev) y en la Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada (San Petersburgo).Fiel devoto de la Iglesia ortodoxa rusa, no apoyó ni simpatizó con la Revolución de Octubre (1917), pero permaneció en la Unión Soviética hasta su muerte.Aparte de sus cuadros de asunto religioso, fue un excelente retratista, aunque no abordó este género hasta 1906, ya en plena madurez.[2]​ Entre otras personalidades, pintó a Iván Ilyín, Iván Pávlov, Otto Schmidt, Vera Mújina o a Pável Florenski.
La visión del joven Bartolomé , 1890. Galería Tretiakov , Moscú .