[1] En 1990, cofundó Alfa Bank, el banco privado más grande de Rusia.Por otro lado, junto al alemán Khan, Alekséi Kuzmichov y otros socios, hacia 1988 Fridman fundó Alfa-Eco, una compañía de ordenadores de segunda mano que también importaba otros productos: cigarrillos o perfumes.Pronto sus intereses se diversificaron a industrias como telecomunicaciones, banca, venta al detalle, y aceite.Con solo $100,000 dólares, Fridman cofundó Alfa Bank en diciembre de 1990 y se convirtió en presidente del banco.La compañía creció en pocos años hasta convertirse en el banco privado más grande de Rusia.En 1997, Fridman colaboró con Len Blavatnik y Víktor Vekselberg para comprar TNK por 800 millones de dólares.El 2 de febrero de 2003, BP acordó formar la empresa conjunta TNK-BP con el consorcio AAR, que incluía Alfa Group, Access Industries y Renova.En la primavera de 2015, L1 Energy estaba creciendo internacionalmente con activos en países como Alemania, Noruega, Egipto, Dinamarca y Argelia.Bloomberg opinó que" el gobierno del Reino Unido está siendo manifiestamente injusto" para con Fridman y L1 Energy, afirmando que "debería dejar solo a Fridman: está invirtiendo en Europa Occidental porque ve los mismos riesgos rusos que las naciones occidentales han visto desde la última".En abril de 2015, el gobierno dio a Fridman hasta seis meses para vender.Se nombraron varios miembros de la junta asesora, entre ellos Brent Hoberman, Denis O'Brien y Sir Julian Horn-Smith.El fondo también tenía una participación del 13 por ciento en la compañía de telecomunicaciones turca Turkcell.En ese momento, el gobierno británico aseguró a LetterOne que la venta forzada no era "un juicio sobre la idoneidad de los propietarios de LetterOne para controlar estos o cualquier otro activo en el Reino Unido".Más adelante ese mes, E.ON vendió su negocio noruego de petróleo y gas a L1 por $ 1.6 mil millones.El fiscal José Grinda, durante la investigación del caso ha insistido en que Fridman jugó un papel clave de en la quiebra de la tecnológica Zed, algo que el empresario ruso negó.La Sala ve plausible que Fridman, mediante una "ilícita operativa contraria a las reglas del libre mercado", y con "opacidad defraudatoria", interviniera en "la ruina económica" de Zed.[14] Fridman ha patrocinado distintos homenajes a la cultura judía e iniciativas culturales rusas en Europa y el mundo.Es vicepresidente del Congreso judío ruso y cabeza de su comité cultural.Fridman, a través de Alfa Bank, ha financiado el Teatro Bolshói.Además, contribuye al trabajo del Fondo Judío Europeo, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es desarrollar el judaísmo europeo y promover la tolerancia y la reconciliación en el continente.El diario The New York Times lo describió como «un premio anual de un millón de dólares para la excelencia en cualquier campo, para honrar a aquellas personas que contribuyen con su éxito a los valores judíos».[15] En septiembre de 2016, se anunció que había contribuido con fondos para un monumento conmemorativo del Holocausto en Babi Yar, en Ucrania.