Miguel Barca Blasco

Residió durante su infancia en la Casa de Barca, y en edad escolar se trasladó con sus padres a La Coruña.

Tras obtener el Grado de Bachiller en 1902 regresó a su ciudad natal para iniciar sus estudios universitarios en 1903.

[12]​ A lo largo de más de tres décadas colaboró como articulista y columnista con la revista Blanco y Negro, el semanario satírico madrileño Buen Humor, el rotativo local El Compostelano y el semanario católico La Renovación, entre muchas otras publicaciones, casi siempre de forma anónima bajo diversos pseudónimos para que su actividad como periodista no interfiriese con el ejercicio de su profesión médica.

[13]​ En 1915 se trasladó a Santiago y estableció su nuevo consultorio en la Rúa del Villar,[14]​ y tras la apertura de un gabinete con sanatorio en Villagarcía de Arosa diez años después,[15]​ trabajó a caballo entre ambas localidades hasta 1930.

[22]​ Una vez completada su formación siguió vinculado a la congregación como mentor, designado además como vocal de la junta directiva en 1909.

Ante la escisión de los conservadores entre mauristas y datistas, fue uno de los miembros que expresaron su adhesión a la política maurista al propio Antonio Maura y al Marqués de Figueroa, apostando por una democracia orgánica frente al liberalismo individualista, por el catolicismo social frente al caciquismo oligárquico, por un enfoque regionalista frente al centralismo, y por un intervencionismo estatal para mantener la soberanía del capital y el trabajo frente a las inversiones extranjeras.

[27]​ Tras consumarse la transición al maurismo con el cambio de denominación oficial en 1916 fue nombrado secretario del partido, que con López Mosquera y Gil Casares alcanzaría la alcaldía de Santiago en 1917 y la ocuparía en dos ocasiones más durante los años siguientes.

[37]​ Con tres subcampeonatos locales y una Copa del Apóstol en su palmarés, el Sporting alcanzó en 1922 su mayor éxito deportivo al convertirse en el primer equipo santiagués que conseguía ascender a la Segunda Categoría del Campeonato de Galicia,[38]​ pero un escándalo administrativo en el seno de la Federación Gallega de Fútbol anuló la promoción.

[39]​ El ascenso fallido provocó la salida de los mejores jugadores, que con nivel para aspirar a jugar en la Primera Categoría prefirieron las ofertas de los grandes equipos coruñeses y vigueses antes que jugar una temporada más en Tercera.

[40]​ La enfermedad de Manuel Romero Gerpe, vicepresidente, antiguo jugador y alma del equipo,[41]​ puso fin a la historia del club, que ya no participaría en ninguna competición oficial en 1923 y desaparecería definitivamente a finales del año siguiente.

Alineación del Santiago Sporting en el Campo de Don Mendo frente al Real Vigo en la Copa del Apóstol de 1922.