Miguel Ángel Gómez Martínez

Durante su carrera ha dirigido a las más destacadas orquestas internacionales a lo largo de todo el mundo, en Europa, Estados Unidos o Extremo Oriente, así como la mayoría de las orquestas españolas.

[3]​ Además, bajo su batuta ha dirigido a numerosos solistas y cantantes de reconocido prestigio internacional, como Alfredo Kraus, Boris Christoff, Birgit Nilsson, Luciano Pavarotti, Montserrat Caballé, Cesare Siepi, Plácido Domingo, Francisco Araiza, Ainhoa Arteta, Leo Nucci y un largo etc,[9]​ así como a numerosos célebres instrumentistas, como Mstislav Rostropovich, Pinchas Zuckermann, Alicia de Larrocha, Maxim Vengerov, Anne Sophie Mutter, etc. Gómez Martínez ha compatibilizado su carrera como director con la composición.

[2]​ Entre sus obras destacan Suite Burlesca (1972),[17]​ Sinfonía del descubrimiento (1992), con motivo del Quinto Centenario del descubrimiento de América, Cinco canciones sobre poemas de Alonso Gamo (1996) para soprano y orquesta,[14]​ Sinfonía del agua (2007), por encargo de EMASAGRA,[16]​ Amaneciendo (Passacaglia) (2010), obra para piano,[18]​ Atallah (2010), su única ópera hasta la fecha,[19]​ Cartas de un enamorado (2012), obra para barítono y orquesta dedicada a su mujer, Alessandra,[6]​ Concierto para piano y orquesta, Concierto para violín y orquesta, así como varias obras para piano solo, todas compuestas entre 2012 y 2013.

[24]​ Como director de orquesta, Miguel Ángel Gómez Martínez es conocido por su memoria, ya que dirige siempre sin partitura, por afinidad al método humanista: Como director, también destaca su especial interés en mantener la esencia del compositor.

Así, considera que la obligación del director es la de reproducir lo más fielmente posible las intenciones del compositor, sin añadir ni eliminar nada a su partitura original.