Un microscopio simple es aquel que utiliza una sola lente para ampliar las imágenes de los objetos observados.
Se le atribuye al neerlandés Anton van Leeuwenhoek haber introducido el microscopio a la atención de los biólogos, a pesar de que ya se estaban produciendo lupas simples en el siglo XVI.
Van Leeuwenhoek realiza ante ellos numerosas demostraciones: le mostró a Pedro el Grande la circulación sanguínea en la cola de una anguila.
;[5] no padecían las aberraciones que limitaban la eficacia de los primeros microscopios compuestos, como los empleados por Robert Hooke.
Con ellos Leeuwenhoek fue capaz incluso de describir por primera vez protistas microscópicos de vida libre y parasítica, células espermáticas, células sanguíneas, nematodos microscópicos, rotíferos y hasta bacterias.