Una microplaca normalmente tiene 6, 12, 24, 96, 384 o incluso 1.536 pocillos dispuestos en una matriz rectangular de formato 2:3.
Algunos fabricantes incluso han diseñado microplacas con 3.456 o hasta 9.600 pocillos, y ha sido desarrollada una "cinta matriz" que proporciona una banda continua de microplacas grabada en una cinta de plástico flexible.
También se puede utilizar para almacenar polvo seco o como bastidor para apoyar tubos de vidrio.
Esto permitió que por primera vez una cromatografía en columna simple pudiese ser llevada a cabo en el espacio de una microplaca.
Varias empresas han desarrollado robots para manejar específicamente microplacas SBS.
El proceso de fabricación más común es el moldeo por inyección, que se utiliza para el poliestireno, polipropileno y cicloolefinas.
Las primeras microplacas fueron creadas en 1951 por el húngaro Dr. G. Takatsky, que compuso 6 filas de 12 "pocillos", fabricadas en lucita.