Michel Quoist

Uno de sus libros, Oraciones para rezar por la calle, ya había alcanzado 58 ediciones en habla española en 1990.En esa ocasión conoció un sacerdote, y de ese encuentro nació su propia vocación sacerdotal.A los dieciocho años entró en el seminario en San Juan, cerca de Meaux.Estaba muy preocupado, pero el empeño de algunos en querer arrancar a Dios un «milagro» me dejaba perplejo.El heroísmo consiste en ser perfectamente fiel durante la vida entera, en las pequeñas cosas.Los sucesivos diagnósticos no hacían más que confirmar el primero: estaba y quedaría casi ciego.Su tesis, que estudió un barrio obrero de Ruan, fue publicada como un libro, La ville et l'homme (La ciudad y el hombre), en 1952.Por su tesis obtuvo el premio «Jasen 1954», y su trabajo fue considerado en análisis académicos posteriores,[4]​[5]​ con particular énfasis en la influencia casi definitiva que ejerce la vivienda en la conducta humana.En 1962 y durante siete años, Quoist fue secretario general del Comité de obispos franceses para la región (Comité Épiscopal France Amérique Latine, más conocido como CEFAL) y participó en la preparación de los sacerdotes que habían respondido a la llamada del papa Pablo VI para trabajar como voluntarios realizando trabajo pastoral allí.También fundó en 1964 la asociación Echange Amerique Latine (que significa «Intercambio América Latina»), ubicada en 22 rue Séry, 76600-Le Havre, cuya finalidad consistió en dar apoyo moral y financiero a laicos católicos de los países latinoamericanos que se habían ofrecido para el trabajo pastoral en sus diócesis en ausencia de sacerdotes.La misión con los jóvenes iba a permanecer en la vida de Quoist, incluso cuando él volvió al trabajo parroquial en 1970.Los libros siguieron publicándose a intervalos regulares (En el corazón del mundo, Cita con Jesucristo, Háblame de amor, A corazón abierto), asociados siempre con la editorial Les Éditions Ouvrières, foco de renovación del pensamiento económico y social en la que también publicaron sus obras Louis-Joseph Lebret, Henri Desroche, Josué de Castro, Thomas Suavet, Albert O. Hirschman, Albert Meister, y Jean-Daniel Reynaud, entre otros.Eligió la segunda opción, por temor a que la quimioterapia pudiera dejarle demasiado débil para trabajar.Se dedicó a terminar un libro sobre la relación del hombre con Dios y con los demás seres humanos, obra que había permanecido en redacción durante cierto tiempo.Hoy, sus libros continúan siendo publicados, traducidos ya a 27 idiomas y vendidos por millones.Su obra literaria es particularmente bien conocida en América Latina por quienes eran jóvenes en las décadas de 1960 y 1970.Entre aquellos en quienes influyó Michel Quoist se cuenta el joven presbítero argentino Carlos Mugica, asesinado en 1974, de reconocida trayectoria en su opción por los pobres.
El Havre en la década de 1920, donde nació y se crio Michel Quoist
Iglesia abacial de Saint-Ouen en Ruan , donde Michel Quoist fue ordenado presbítero
Entrada principal de La Sorbona , la histórica Universidad de París donde Michel Quoist cursó su doctorado.
Henri Grouès , el Abbé Pierre , fundador de los Traperos de Emaús, con quien Michel Quoist mantuvo amistad.
Antigua iglesia de Saint Cyrice, en Aveyron , Francia .