Su tamaño y localización geográfica la convierten en un hito familiar en el horizonte de Estambul.
Fue encargada por el sultán otomano Solimán el Magnífico en memoria de su padre Selim I, que había fallecido en 1520.
Se han hecho intentos de asociar la edificación con el famoso arquitecto imperial Mimar Sinan, pero no hay pruebas documentales que lo respalden y la fecha de la mezquita es demasiado temprana.
Al norte y al sur de la sala principal, pasajes cupulados conducían a cuatro pequeñas salas también cupuladas, que estaban destinadas a funcionar como hospicios para los dervishes viajeros.
Localizadas en el jardín detrás de la mezquita y con vista al Cuerno de Oro, se encuentra el türbe del sultán Selim I, que se completó en 1523.