En 1575, el sultán Selim II encargó al arquitecto real otomano, Sinan, la construcción de una enorme mezquita en la ciudad de Edirne.
La mezquita, junto a sus instalaciones (külliye) fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011.
[1] Esta mezquita de planta cuadrada fue auspiciada en el año 1522 por el sultán Suleimán el Magnífico, siendo uno de los primeros templos islámicos que se construyeron tras la conquista otomana de Constantinopla; fue construida para homenajear al que fuera padre de Suleimán, Yavuz Sultán Selim, y sus cimientos se estructuraron sobre las antiguas.
Al estar situada sobre una zona elevada del terreno, el soberbio edificio se puede ver desde muy lejos, dominando el horizonte de la ciudad.
La mezquita tiene cuatro minaretes de 83 metros de altura que fueron durante siglos los más altos del mundo.