[3][4] Los inuit trabajarían el metal con forjado en frío, es decir, estampando y martillando.
Las primeras historias de su existencia llegaron a los círculos científicos en 1818.
Cinco expediciones entre 1818 y 1883 no pudieron encontrar la fuente del hierro.
Es tan pesado que fue necesario construir su soporte de exhibición para que los soportes llegaran directamente al lecho rocoso debajo del museo.
No se observó grafito y los isótopos de nitrógeno están en desequilibrio.