Según los primeros estudios, pesa aproximadamente 30 800 kilogramos, convirtiéndolo en el meteorito más grande hallado en América, y el segundo a nivel mundial.
Con su descubrimiento, desplazó en el ranking a su homólogo y vecino, meteorito El Chaco.
El hallazgo se produjo en la zona denominada Campo del Cielo, donde hace aproximadamente 4000 años impactó una lluvia de meteoritos metálicos.
Durante la extracción, la napa de agua puso en peligro la recuperación del meteorito.
El municipio de Gancedo aportó maquinaria que permitieron la excavación.