Megabizo II

Por su parte, Zópiro, jugó un rol importante en la toma de Babilonia, ciudad que se había rebelado dos veces contra Darío I bajo Nabucodonosor III en el 522 a. C. y Nabucodonosor IV en el 521 a. C. Durante el reinado de Darío I, Zópiro ocupó un cargo importante en Babilonia.

El rey ordenó al hijo de Zópiro, Megabizo, retomar la ciudad, cosa que hizo destruyendo la estatua del dios para prevenir futuras revueltas.

Ctesias nos dice que en el verano del 479 a. C. Jerjes ordenó a Megabizo saquear el templo de Apolo en Delfos.

Megabizo tomó parte en la conspiración de Artabano para asesinar al emperador, pero posteriormente le traicionó cuando intentaba acabar también con la vida del sucesor.

A Artabazo, quien debía ser por entonces ya un hombre anciano, prácticamente no se le menciona en nuestras fuentes.

[2]​ En junio de 454 a. C., cuando el Nilo estaba bajo y los atenienses no podían utilizar sus barcos, Megabizo lanzó un ataque contra la isla.

La reina madre Amestris, esposa de Jerjes, se enfureció con Megabizo por no castigar a los atenienses.

La narración parece contradecirse con los hechos, porque sabemos por otra fuente (Diodoro de Sicilia), que en el 449 a. C./448 a. C. Megabizo y Artabazo estaban aún ocupados en la guerra contra los griegos liderados por Cimón.

Con la ayuda de mercenarios griegos derrotaron a dos ejércitos persas comandados por Ousiris y Menostanes.

Tras estas derrotas, Artajerjes decidió negociar enviando una embajada (en la que participaron parsonajes como Artario, la reina madre Amestris, su esposa Amitis y el eunuco Artoxares) para ofrecer a Megabizo un perdón incondicional.

Sin embargo, tras cinco años, se vistió de leproso y volvió junto a su esposa Amitis, quien utilizó su influencia con su hermano Artajerjes para que Megabizo fuera perdonado nuevamente.