No obstante, el apelativo "de armas", que viene del francés, se le aplica —en Francia— para las mazas y martillos completamente metálicos de la Edad Media.
Sirva también en español para designar cualquier maza o garrote militar.
Dado que estas armas requerían de poco adiestramiento militar, siempre fueron muy aceptadas entre las tropas comunes.
Solo hasta muchos siglos más tarde, las tropas de élite y nobleza no las emplearon amplia y militarmente, sino que más bien se usaban como símbolo de estatus.
Es al inicio del Medievo cuando las mazas —y martillos— vuelven a popularizarse sobremanera con el formidable desarrollo de las armas defensivas.