Por un lado, Egipto se había independizado y Artajerjes quería recuperarlo; por otro, la tribu de los cadusianos amenazaba en el norte.
Los edificios más famosos eran la tumba que el sátrapa mandó construir cerca del mercado, conocida como Mausoleo (que fue reconocida como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, hasta el punto de que este término se usa hoy en día para referirse a grandes tumbas) y el majestuoso Anfiteatro de Halicarnaso.
De hecho actuó como si lo fuera sellando tratados con ciudades como Cnosos y nombrando a carios para posiciones que hasta ese momento habían sido ocupadas por persas.
Esto dio la oportunidad al rey persa de atacar Egipto, expedición que acabó en desastre.
Este modelo, que había sido desarrollado por los persas ("el ojo del rey") y era utilizado también por los atenienses (episkopos), fue copiado por algunos gobernantes.