[1] El tercer emperador mogol, Akbar el Grande (1542-1605), que reinó en 1556-1605, inició su construcción en torno a 1600, según la tradición tártara de comenzar la construcción de la propia tumba en vida.
Akbar mismo seleccionó un lugar adecuado para ello, aprobó el proyecto y comenzó las obras en 1605, aunque al poco falleció.
[cita requerida] La tumba sufrió mucho, hasta que los británicos, al mando de lord Curzon, llevaron a cabo una gran reparación.
De planta casi cuadrada, su frente es simétrico, organizado en tres partes, con un gran iwan central, más alto que los laterales que tienen a cada lado otros dos iwanes, más pequeños, dispuestos en dos plantas.
La parte central, un poco más alta, está rematada con cuatro chhatris de arenisca roja con remates de mármol blanco; y en las esquinas del cuerpo principal, algo más bajas, se disponen otros cuatro altos minaretes totalmente de mármol blanco que están rematados por pequeños chhatris que son similares —y anteriores— a los del Taj Mahal.
Esta fachada, también simétrica y tripartita, tiene un pishtak central, rematado con un único y delicado chhatri de mármol blanco; a ambos lados se abren cinco arcos apuntados, que permiten acceder a una galería porticada que bordea todo el perímetro del edificio.