Pueden manifestar comportamientos afectuosos, aunque la falta de atención puede desencadenar una respuesta potencialmente agresiva[cita requerida].
El mau egipcio se asemeja a los gatos que aparecen en las pinturas murales del Antiguo Egipto.
Las motas oscuras deben ser redondeadas y tener una distribución uniforme, aunque con frecuencia se reparten aleatoriamente formando líneas discontinuas.
Los ojos también son grandes, almendrados y se rasgan levemente hacia arriba en dirección a las orejas.
También presenta otras rayas entre las orejas por detrás del cuello y a lo largo de la columna, que en el ideal se dividen en motas.
Debido a que es un gato muy territorial y celoso no se recomienda dejarlo solo jugando con niños.