En el libro “Cats, Their Points”, escrito por Gordon Staples y publicado en 1874, se encuentra la primera mención sobre un Abisinio.
Según describe el libro, este gato llamado “Zulu” era propiedad de la Sra.
[2] Debido a la poca fundamentación en informes escritos esta teoría es poco aceptada entre los criadores ingleses, que prefieren inclinarse por la opinión que la raza fue realmente creada entre cruces de varios silvers and browns tabbies con los nativos gatos tickeados de Inglaterra conocidos como “British Bunny”.
Sin embargo, con un poco de adiestramiento, un Abisinio es lo bastante inteligente como para transigir y sobre esta base aceptará el que se nos otorguen algunas concesiones si a cambio proporcionamos todas las otras cosas buenas de la vida que esta raza espera y que resultan apropiadas para su estatus en la jerarquía social del mundo felino.
Este gato tiene, como todos, un carácter único, una mezcla de ternura, curiosidad y fortaleza.
Una terraza o un jardín son suficientes para que el gato pueda estirar sus patas, si fuera necesario.
No le gusta mucho merodear, ni alejarse mucho, por lo que no se recomienda dejar salir este gato a la calle, pues es bastante asustadizo y puede perderse fácilmente al intentar huir de un ruido o situación extraña.
Le encanta curiosear por toda la casa y siempre está atento a los ruidos y al movimiento, es una raza perfecta para los concursos de agilidad, en los cuales participa con mucho éxito por todo el mundo.
Puede sentarse, dar la mano, subir al hombro, pararse, trepar a un mueble, bajar del mismo, entre otras.
En estas condiciones, es posible que intente huir de manera sorpresiva y en su intento, hacernos daño con las garras si es que intentamos retenerlo; en estos casos es necesario que primero se tranquilice y tome firmemente al gato, que se quedará quieto en posición de sumisión, luego puede sostenerlo liberando la tensión lentamente mientras se le habla con suavidad calmándolo, para terminar acariciándolo y dejarlo ir.