Mateo nació en Acquasparta, diócesis de Todi (Umbría, Italia) hacia el año 1240.
Enseñó en París (1275-1276) y luego en Bolonia, sucediendo después a John Peckham como lector del Sacro Palacio en Roma (1279-1287).
En el Capítulo de Montpellier, celebrado en 1287, Mateo fue elegido Ministro general; pero muy pronto el papa, también franciscano, Nicolás IV lo retiró de ese cargo al nombrarlo cardenal en 1288.
Escribió también una Introducción general a la Sagrada Escritura, sobre Cristo, etc. Es conocida su idea[1] de que la autoridad del sumo pontífice es tal que se extiende de hecho a quienes no son cristianos.
Este enunciado será luego retomado por Bonifacio VIII en la bula Unam Sanctam.