Matsunosuke Onoe

Colaboró en producciones audiovisuales,[1]​ realizando unas ochenta por año entre 1910 y 1926, una gran parte fueron cortometrajes de modesta duración.

Los actores pertenecientes a este estilo decidían un nombre como intérprete que les caracterizara, una técnica denominada como myosecky.

Junto a Tokuko Nagai Takagi, Onoe se convirtió en uno de las primeras caras relevantes del cine mudo japonés.

[6]​ Rápidamente Matsunosuke Onoe se convirtió en una leyenda, su trascendencia quedó patente en el arte gráfico, concretamente en el material promocional de sus películas.

Algunos de los títulos a los que si tenemos acceso son Chushingura (1910), Goketsu Jiraiya (1921) y Shibukawa Bangoro (1922).