El primer matrimonio interracial en llevarse a cabo en territorios que eventualmente serían absorbidos por los Estados Unidos fue el de 1565 entre Luisa de Ábrego, una negra libre andaluza, y Miguel Rodriguez, un segoviano, bodas oficiadas en San Agustín, en la Florida (Nueva España).
[4] A menudo se prohibieron estos matrimonios al caer bajo el dominio norteamericano y aplicarse las leyes Jim Crow.
[5] Las diferentes edades de los individuos, que culminan en las divisiones generacionales, han jugado tradicionalmente un papel importante en la forma en que las parejas étnicas mixtas se perciben en la sociedad estadounidense.
La visión del igualitarismo sobre el matrimonio interracial es la aceptación del fenómeno, mientras que los tradicionalistas ven el matrimonio interracial como tabú y como socialmente inaceptable.
Gurung & Duong (1999) compiló un estudio relacionado con las relaciones étnicas mixtas ("MER") y las relaciones étnicas idénticas ("SER"), concluyendo que los individuos que forman parte de los "MER" generalmente no se ven a sí mismos de manera diferente a las parejas étnicas idénticas.