En 1843 el convento albergaba a una joven novicia francesa del convento, Pauline Perdrau, que recibía formación como pintora de Alexander Maximilian Seitz, alumno a su vez de Cornelius y Overbeck, pintores miembros del grupo conocido como Nazarenos.
El pontífice dio permiso para convertir en capilla ese lado del claustro alto en que se situaba el fresco.
Tiene dedicada una iglesia en Riccione en Italia, cerca de Rimini y San Marino.
La pintura se ubica en un arco de la pared del claustro alto, ligeramente retranqueado.
El fresco muestra a la Virgen María, adolescente, sentada en medio de una loggia.
La capilla se encuentra decorada con pinturas al fresco de estilo ecléctico.