Mateo Mainery
Por su parte, Mateo Maineri fue desterrado encontrando asilo en una ocupación en Guayaquil, donde hizo de contramaestre en la goleta mercante Cinco Hermanas.Así se incorporaron a la tripulación 16 soldados, víveres y municiones, siendo bautizado el barco como General Quintanilla por Maineri para halagar al gobernador.Al poco tiempo capturó varias embarcaciones que remitió a Chiloé, calculándose en casi trescientos mil pesos el valor de lo incautado.El Gobernador Quintanilla, gracias a aquellas campañas navales, logró enviar dos embarcaciones más, una al Perú llamada El Chilote, y otra en ayuda de Benavides, mas las fuerzas británicas decidieron finalmente hacerse cargo del caso enviando para ello una expedición al mando del capitán Basilio Hall, quien se dirigió al sur a finales del año 1822, precisamente en los momentos mismos en que Benavides era completamente aniquilado en las serranías de la Cordillera.Este incidente produjo la intervención de la Armada Francesa a través del Capitán Bíllard, quien comandaba el buque francés Diligent que arribó a Arica ese mismo año, embarcándose al norte en busca del corsario mientras el Vigie por su parte sería interceptado luego en Arica por el Congreso de manos del comandante peruano Young en 1824, que tras una desesperada resistencia capturó a la improvisada embarcación corsaria.La misma embarcación Congreso viajó luego a Quilca, donde se encontró con el General Quintanilla con una presa llamada Emprendedora.Sólo se salvó gracias a botes de refuerzos enviados por el Diligent, así como por una brisa breve.Tras auxiliar al Congreso, el buque Diligent se mantuvo en Quilca en donde los agentes del Virrey del Perú le ofrecieron que arreglarían los costos provocados por el corsario chilote, de modo que el capitán Bíllard decidió dejar partir al Quintanilla.