Matías Rojas Delgado

Sus padres, Don José Antonio Rojas y Carmen Delgado, conformaron una respetable familia de la localidad de Illapel que se trasladó hacia Copiapó, ciudad que brindaba mejores posibilidades educacionales como laborales.Copiapó fue un centro de fuertes inquietudes ideológicas el Radicalismo chileno hunde sus raíces en esta urbe minera que influyó en Matías Rojas Delgado, principalmente en el ideario de auspiciar la instrucción entre las clases asalariadas.Sus facciones, si bien no eran elegantes, mantuvieron en el tiempo, un “jesto agridulce” que ocultó malamente una “espresión de bondad inalterable”.Allí departió con un importante núcleo de jóvenes radicales, desde el año 1865 hasta 1867, figurando Juan de Dios Fontecilla, Ramón Allende Padín, Fanor Velasco, Macario Sierralta, Domingo Gana, y otros más.Junto con otros jóvenes, fundó en Santiago la Escuela Franklin y más tarde “en consorcio con Fanor Velasco i Augusto Orrego Luco fundó en Santiago... el periódico literario Lincoln”, donde dejó huellas de su pluma.En Copiapó pudo formar su familia, a temprana edad, pues “amaba este pedazo de suelo atacameño con amor filial.En ese tiempo, el Gobierno boliviano le otorgó el cargo de jefe del Laboratorio Químico-Mineralógico.Junto a Emeterio Moreno, exploró las costas salitreras de Aguas Blancas, y aunque allí explotaron el salitre, los resultados conocimos fueron desastrosos y debieron desistir de sus intentos empresariales.Esos nueve años edilicios lo transformaron en el hombre que estuvo más cantidad de tiempo en ese cargo durante el siglo XIX.Y concluía el señor Rojas Delgado, prometiéndole que, en obsequió a la buena armonía que debía existir entre esa Corporación y la Iglesia, y deseoso de atender en lo posible los intereses de esta última, se ofrecía, gustoso, a nombre del Municipio, para prestarle toda su cooperación y auxilio a ésta, a fin de que estableciera un Cementerio exclusivamente católico.En agosto de 1881 apareció “El Industrial”, fundado por el ingeniero don Matías Rojas Delgado.Exitoso en las empresas mineras y en el periodismo, don Matías fracaso en lo político.Antes de terminar el siglo XIX, “El Industrial” informaba lacónicamente:”en Santiago ha muerto Matias Rojas:‘