Mastaba de Shepseskaf

La mastaba de Shepseskaf o mastaba el-Faraun (en árabe, banco del faraón), nombre dado por los egipcios contemporáneos, es la tumba del faraón Shepseskaf, último gobernante de la cuarta dinastía.

De hecho, desde la tercera dinastía cada faraón había construido un complejo monumental funerario cuya pirámide principal alcanzó durante la cuarta dinastía unas proporciones colosales y tal perfección geométrica que causó admiración desde los tiempos antiguos.

Shepseskaf no sólo rompió con la elección de sus predecesores al construir el complejo funerario en Saqqara, la ruptura es mayor al edificar en el complejo funerario una gigantesca mastaba en lugar de una pirámide.

La mastaba de el-Faraun fue descrita por primera vez por John Perring a mediados del siglo XIX.

El complejo adopta el patrón clásico desarrollado por los gobernantes de la cuarta dinastía, con un Templo del Valle y una calzada que lo une a un Templo funerario situado junto a la tumba real.

El Templo del Valle aún no se ha localizado, ni ha sido objeto de búsqueda.

Esta ruta no es recta, tras su primer tramo gira hacia el norte, en dirección al perdido Templo del Valle.

El pasaje subterráneo, cuyo acceso sigue la tradición, está sobre la cara norte del monumento y repite el que existe en la tumba de Menkaura, simplificándolo y prestando un planteamiento más coherente.

Todo parece indicar que Shepseskaf tenía la intención de hacerse construir una pirámide aunque la elección del lugar señala una verdadera ruptura con la necrópolis dinástica tradicional.

Más bien las diferencias notorias y sin precedentes en el plano del templo funerario incitan a pensar que hubo por parte del faraón una voluntad deliberada de ralentizar su construcción y de que no se asociase a la empresa titánica de sus antecesores y a la teología que lo sostenía.

Plano del complejo funerario de Shepseskaf.
Mastaba de Shepseskaf .
Acceso al subterráneo.
Esquina noroeste.