Masacre de Realengo de 2011

"Llegó bien vestido y llevaba una bolsa (mochila), conversó con varios profesores muchos de ellos le impartieron clases a él", señalaron testigos.Siguió su derrotero hasta el segundo nivel y cuando iba rumbo al tercero, fue interceptado por un sargento de la policía, Márcio Alves, que lo acorraló, le disparó en una pierna y le pidió que se rindiese.Allí, el tirador se define como un "hombre puro" y admitía que no iba a salir con vida de la escuela.[2]​ Menezes se refiere a que los "impuros" no podrán tocar su cuerpo "sin guantes"."Si es posible, quiero ser enterrado junto a la tumba donde está mi madre", indicaba en la misiva.La mujer, su madre adoptiva, murió hace un año y vivía a tres cuadras de la escuela donde ocurrió la masacre.En la carta, el asesino también pedía que la casa donde vivía (en el barrio Sepetiba, al oeste de la ciudad) sea donada a instituciones que se dediquen al cuidado de los animales.Su justificación fue el hecho de haber sufrido maltrato psicológico por sus excompañeros del Tasso da Silveira, donde pasó sus años escolares.Lo recuerdan por su renguera, por su escaso trato social y porque era objeto de las burlas del resto.[9]​ La macabra promesa fue escrita por un bloguero que utilizó un perfil falso con el nombre de un diputado carioca del PP, Jair Bolsonaro, en Orkut, una famosa y popular red social que utilizan las personas en Brasil.Ahora se cree que Wellington Menezes da Oliveira estaba exponiendo su terrible proyecto, haciendo referencia a Seung-Hui Cho y la masacre de Virginia Tech en Estados Unidos, en ese entonces el tiroteo escolar más mortífero de la historia.[9]​[10]​ La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, decretó luto oficial de tres días y manifestó su "repudio" a la matanza perpetrada en la escuela pública.