Acoso escolar

[4]​ El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto que lo maltrata, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana.[7]​[8]​ Los profesores Iñaki Piñuel Zabala y Araceli Oñate han descrito hasta nueve modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas:[9]​ Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima.Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él.No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros.Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total en contra de su voluntad.Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria.Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.La violencia escolar está definida por obstáculos y aislamientos, como recoge Ángela Gabàs Gasa en El fenómeno de la exclusión social,[cita requerida] indicando que «los obstáculos que encuentran determinadas personas para participar plenamente en la vida social, viéndose privadas de alguna o varias de las opciones consideradas como fundamentales para su desarrollo humano».El objetivo del acoso escolar es intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente, a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de dominar, someter, agredir, y destruir a los demás que pueden presentar los acosadores como un patrón predominante de relación social con los demás.Especialistas del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano (CSHS por sus siglas en inglés) del Hospital Louis-H. Lafontaine de Canadá sugieren que las víctimas acosadas son más vulnerables a padecer problemas mentales como trastorno por estrés postraumático,[14]​ depresión y trastornos del ánimo a medida que envejecen.Así se detectó en un informe publicado por Randy y Lori Sansone en el año 2008.En el mismo estudio realizado en Duke, se encontró una mayor probabilidad de suicidios en estas personas.[16]​ Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar.[23]​ A nivel institucional, en informes presentados por el Banco Mundial en 2014, se recomienda impartir programas de estudios a maestros y personal administrativo en escuelas para promover la equidad y detectar abusos.
Acoso escolar
Porcentaje de niños de 13 a 15 años que informaron haber sido acosados (2015)