Masacre de Machecoul
Aquellos que rechazaron prestar juramento, llamados sacerdotes no juramentados, habían sido exiliados o encarcelados, llegando algunas mujeres a ser agredidas en plena calle por el hecho de asistir a misa, habiendo sido las órdenes religiosas suprimidas y la propiedad de la Iglesia confiscada.[8] Entre las primeras víctimas se encontraban el sacerdote juramentado Pierre Letort, quien fue bayoneteado hasta morir y su cadáver posteriormente mutilado,[9] el magistrado Pagnot, y Étienne Gaschignard, director del colegio de la ciudad.Una vez allí mataron a los guardias y a algunos ciudadanos notables, alrededor de veinte en total, si bien de acuerdo con algunos testimonios, veintiséis personas fueron asesinadas el primer día y dieciocho el siguiente.Investigaciones recientes sugieren que ciento cincuenta personas fueron ejecutadas en toda la ciudad, si bien informes republicanos contemporáneos aumentan dicha cifra hasta quinientos.[12] Los informes contemporáneos más influyentes procedían del ciudadano Boullemer, siendo publicados alrededor de mil panfletos aquel año.Boullemer, de Machecoul, era un juez amigo del fiscal local Souchu, quien salvó su vida durante la masacre al mostrar apoyo a los insurgentes.Según Louis Mortimer-Ternaux, otro testigo, solo tres oficiales y cinco o seis gendarmes permanecieron en sus puestos.[13] Boullemer escribió su relato poco después de la masacre, cuando se hallaba a salvo en Rennes, lugar al que había sido conducido tras ser rescatado por fuerzas republicanas.A principios de abril, en áreas del norte del Loira, el orden había sido restablecido por el gobierno revolucionario, aunque en el sur, concretamente en los cuatro departamentos que empezaban a ser conocidos como la «Vendée Militaire» («Vendée Militar»), había pocas tropas para controlar a los rebeldes, motivo por el cual lo que había empezado como una revuelta rápidamente se convirtió en una insurrección conducida por sacerdotes y miembros de la nobleza local.[14] Las evidencias vinculan estos hechos con la insatisfacción local por la reorganización de la Iglesia para convertirla en una entidad gubernamental.Por este motivo, Souchu fue capturado a mediados de abril por tropas republicanas, siendo inmediatamente ejecutado.Al parecer, cuando las tropas se hallaban próximas a Machecoul, Souchu se puso un gorro frigio y corrió al encuentro del ejército, afirmando que había sido retenido contra su voluntad.