Durante el transcurso del alzamiento, ciudadanos tomaron armas (robadas de estaciones de policía y depósitos militares) para oponerse al gobierno, pero fueron finalmente vencidos por el ejército surcoreano.
El suceso es a veces llamado 5·18 (18 de mayo), en referencia al día en que comenzó el levantamiento.
La ampliación de la ley marcial cerró universidades, prohibió las actividades políticas y restringió aún más la prensa.
Para hacer cumplir la ley marcial, las tropas fueron enviadas a diversas partes del país.
Las subsiguientes luchas se centraron en la zona de Jeolla del Sur, especialmente en la entonces capital provincial Gwangju, por una serie de razones políticas y geográficas complejas.
Las cifras oficiales dadas a conocer por el Comando de la Ley Marcial puso la cifra de muertos en 144 civiles, 22 soldados y 4 policías muertos, con 127 civiles, 109 soldados y 144 policías heridos.
Las personas que intentaban cuestionar estas cifras podían ser detenidos acusados de "difundir rumores falsos".
[1][2] El gobierno denunció el levantamiento como una rebelión instigada por Kim Dae-jung y sus seguidores.
El suceso también allanó el camino para los movimientos posteriores en la década de 1980 que, con el tiempo, llevaron la democracia a Corea del Sur.
La Organización de las Naciones Unidas para Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) estimó que el movimiento de democratización afectó a varios movimientos democráticos ocurridos en Asia, como Filipinas, Tailandia, China y Vietnam, así como en Corea del Sur en los años ochenta.