Dos zonas controladas por la oposición en los suburbios de Damasco fueron alcanzadas por cohetes que contenían el agente químico sarín.
Los autores del ataque no fueron esclarecidos; rebeldes y soldados se culparon mutuamente.
La oposición siria no tardó en culpar a Bashar Al-Asad de ser el responsable del ataque.
[53] Los enviados de Francia bajaron considerablemente el número a 281 muertos, aunque la agencia independiente francesa "Médicos sin fronteras" aseguró haber contado 355 fallecidos.
Una gran parte de la comunidad internacional también sostuvo que las fuerzas gubernamentales eran las culpables.
[63] Sin embargo, las naciones aliadas al gobierno sirio, Rusia, China e Irán, si bien no negaron la veracidad del ataque, acusaron a la oposición de ser la responsable.
[65][66][67] Los cuatro días posteriores al ataque se multiplicaron los bombardeos en la zona atacada, supuestamente para destruir pruebas.
La virulencia de los ataques fue cuatro veces superior a la empleada en los diez días anteriores en los mismos escenarios.
[48] Finalmente los investigadores pudieron iniciar su misión, cuyo objetivo no era asignar un responsable sino confirmar el uso de tóxicos.
Tras cuatro días de investigaciones, los inspectores abandonaron Damasco hacia Líbano, escoltados por vehículos militares.
En él se llegaba a la conclusión de que "se han utilizado armas químicas en el conflicto actual entre las partes en la República Árabe Siria, también contra los civiles, incluidos niños, en una escala relativamente grande.
Los inspectores de Naciones Unidas, sin embargo, no se pronunciaron sobre la autoría del ataque.
[81] Igualmente advirtió que un ataque causaría una guerra regional a gran escala en Oriente Medio.