Masacre de Ehden

[2]​ Aunque el Ejército de Liberación de Zgharta (la milicia del Movimiento Marada) se unió a este Frente, su líder, el expresidente Suleiman Frangieh, era amigo personal del presidente sirio Háfez al-Assad, lo que dañó las relaciones entre los partidos miembros, quienes no estaban a favor de la presencia siria en el Líbano.

[3]​ En la primera fase de la guerra, Frangieh se vio obligado a pedir ayuda a las Falanges Libanesas, las cuales eran la milicia cristiana más predominante, entrenada y organizada, para que le brindaran apoyo en el norte del Líbano, donde no tenían poder alguno, especialmente en Zgharta, el bastión de los Marada.

[3]​ En 1978, el Movimiento Marada solicitó a las Falanges Libanesas que se retiraran.

De hecho, los falangistas ya estaban perdiendo fuerza; perdían hombres todos los días, quienes eran asesinados por sus rivales Marada, y a veces se les negaba servicios en gasolineras, panaderías, farmacias y tiendas.

En mayo, Frangieh comenzó a desarrollar relaciones cercanas con Siria y Háfez al-Assad, mientras su hijo Tony se acercaba a su hermano menor, Rifaat,[4]​ dejando de atender a reuniones del Frente Libanés y alejándose cada vez más de él, sin mencionar que Frangieh no estaba de acuerdo con Bashir Gemayel y otros partidos cristianos sobre ciertos acfercamientos tácticos con Israel.

[6]​ Bashir Gemayel intentó negociar a través del patriarca maronita en Bkerké, Antoine Khreich, pero esto no dio frutos.

Además, afirmó que ningún falangista quedaría vivo en el Norte del Líbano.

El Movimiento Marada llevó a cabo una serie de secuestros y asesinatos en venganza.