A pesar de la petición, algunos pobladores decidieron no asistir y se escondieron.
Ante ello, le dispararon pero debido a la distancia las balas no pudieron alcanzarle por lo que dos soldados fueron al lugar y la ejecutaron.
Al retornar al día siguiente, 15 de agosto, a la Base de Vilcashuamán, Hurtado informó que no se produjo ningún enfrentamiento y que se había intervenido la "escuela popular".
El guía los encaró y señaló como participantes de acciones subversivas.
[2] Mientras tanto, en el ejército, se dispuso a un coronel inspector la investigación de los hechos.
[21] El 16 de septiembre, Hurtado llegó a Huamanga donde se le tomaron sus manifestaciones.
Hurtado declaró:[23]No incluí en mi Informe la eliminación de los TTCC, porque todo esto no había sucedido en un enfrentamiento, sino que había sido una captura, y por la manera como había sucedido todo esto, yo pensaba darle todo el aspecto de un ataque netamente terrorista.Luego declaró que "por último, tomé mi decisión que yo considero correcta, de eliminarlos".
Los hechos allí acontecidos no fueron militares sino comunes, genocidas contra la humanidad.
Es probable que la cifra, excluyendo tres detenidos y otros muertos, en otros escenarios, se aproxime a ésta última cifra; no se pudo precisar en la necropsias su número, ya, que como lo dice el Dr. Víctor Maúrtua, el medio empleado (explosión), lo impide.
Tampoco se ha demostrado si hubo violación sexual, porque los testigos solamente lo presumen y presenciaron los hechos a los lejos.
Una pericia es imposible, y las violaciones, salvo desfloraciones recientes, son indemostrables (QUINTA CONCLUSIÓN) Los autores materiales de los hechos son solamente la pieza de un engranaje y es necesario estudiar si actuaron en virtud de órdenes verbales expresas o sí actuaron así porque así se les ha formado (SEXTA CONCLUSIÓN)
Hurtado afirmó también haberse reunido con el general Wilfredo Mori para aceptar la culpabilidad de los hechos y no perjudicarlo.
En 1989, se sobreseyó la causa contra Víctor Fajardo (jefe político militar de la zona Vilcashuamán), Ricardo Sotero Navarro, y contra los jefes de las patrullas Lince 6, Lobo y Tigre.
Recibió cuatro condecoraciones y ascendió hasta el grado de mayor.
Ese año, con la amnistía revocada, Telmo Hurtado huyó a Estados Unidos.
Mientras estaba en custodia por una violación a las leyes de inmigración, dos sobrevivientes presentaron una demanda en su contra por su rol en la masacre.
[25] Hurtado fue detenido en el año 2006 en Miami (Estados Unidos) y, tras un largo proceso legal, fue extraditado al Perú en 2011.
En 2016, diez militares fueron sentenciados a penas entre 10 y 25 años, pero solo uno de ellos, Hurtado, está en prisión.
[30] Dijo ser un convencido de que todas las órdenes se debían cumplir sin dudas ni murmuraciones en el Ejército.
[31] Hurtado admite la masacre de Accomarca, pero se niega a pedir perdón por lo ocurrido.
[32] El 1 de septiembre de 2016, la Sala Penal Nacional de Perú sentenció al general Wilfredo Mori y al teniente Juan Rivera Rondón a 25 años de cárcel, al subteniente Telmo Hurtado Hurtado a 24 años, dos demás hombres a 25 años y cinco reos a 10 años, estos últimos siete siendo los autores materiales del crimen y los primeros tres autores mediatos.