Martyrium de La Alberca

En 1832 se produjeron los primeros hallazgos en la zona, al construir estanques para el aprovechamiento de agua y el escalonamiento del terreno.Los intentos de proteger el recinto llevados a cabo por el arquitecto Torres Balbás llegaron cuando ya habían sucedido los expolios.En la cripta aparecieron cuatro tumbas hechas de piedra caliza junto a un ábside, separado de la cripta por un muro que pudo tener una ventanilla fenestrella confesionis para ver el sarcófago del mártir situado dentro del mismo.El muro de este espacio subterráneo está construido con mampostería trabada con mortero, utilizando una técnica constructiva romana denominada opus spicatum o aparejo en espiga.Junto al mausoleo se excavó una necrópolis; mientras algunas de las inhumaciones están pegadas a los muros, entre los contrafuertes, otras están emplazadas paralela o transversalmente al muro sur del edificio.La técnica constructiva, los materiales empleados y la tipología del martyrium han permitido datar el conjunto en la primera mitad del siglo IV d. C., aunque en un primer momento se pensó que sería de época bizantina, teoría que se apoyaba, entre otras cosas, en la proximidad de la basílica de Algezares del siglo VI.