Martin van den Hove
Van den Hove se convirtió en un seguidor entusiasta de Landsberge, por entonces ya un hombre viejo, y le ayudó a completar su proyecto para "restaurar la astronomía" (es decir, realizar nuevas observaciones sistemáticas para reemplazar datos antiguos e insuficientes).Landsberge dio las gracias públicamente a van den Hove, considerándose afortunado, ya que "por providencia divina, en mi vejez, agobiado por la enfermedad, vino en mi auxilio un ayudante tan grande, como anteriormente lo fue Rheticus para el gran Copérnico."Solo Landsberge tuvo todas las observaciones antiguas en estima", escribió van den Hove, "mientras que Tycho, Longomontanus, y Kepler tendieron a desatenderlas".Para asumir sus nuevos deberes, van den Hove preparó un discurso inaugural, más tarde publicado como "De dignitate et utilitate Matheseos" (Sobre la dignidad y la utilidad de las ciencias matemáticas).[2] Van den Hove mantuvo correspondencia con René Descartes, Marin Mersenne, Pierre Gassendi, Christiaan Huygens, y Galileo Galilei.