El 28 de noviembre del mismo año, se casó con Béla Károlyi y tuvo una hija, Andrea.
La pareja ha sido pionera en centralizar el sistema de entrenamiento en Rumanía, entre las décadas de 1960 y 1970, al se establezcan, en Oneşti, para entrenar a jóvenes con potencial atlético, teniendo como su primera alumna a Nadia Comaneci.
En 1981, los Károlyi se mudaron a los Estados Unidos, donde trabajaron durante un año en Oklahoma.
Poco después Béla se hizo técnico de la selección estadounidense femenina.
[4] En 1996 fue elegida la entrenadora jefe del equipo para los Juegos Olímpicos de Atlanta - en lugar de Béla, que compareció a la competición sólo como entrenador -, en el cual el equipo femenino salió victorioso.