Nacido en Daroca en una familia religiosa, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares donde fue profesor ante de regresar a su tierra.
Durante sus posteriores pontificados promovió los lazos con su alma mater complutense como medio para asegurar la formación de la clerecía a su cargo.
En 1596 pasó a la sede de Teruel, que ocuparía durante casi dos décadas.
Políticamente fue también diputado en las Cortes de Aragón por el brazo eclesiástico en su calidad de obispo, lo que le llevó a residir habitualmente en Zaragoza.
En 1614 fue transferido a la diócesis de Tarazona.