[4] El "estudio de los 90 días" tal como fue denominado, preveía una reacción hostil en el parlamento hacia el SEI dado que el mismo hubiera requerido la mayor inversión gubernamental desde la Segunda Guerra Mundial.
[6] Mientras Robert Zubrin trabajaba en Martin Marietta diseñando arquitecturas de misiones interplanetarias, detectó una falla fundamental en el programa SEI.
Zubrin pensaba que si el plan de la NASA era utilizar cuantas tecnologías fueran necesarias para enviar la misión a Marte, sería políticamente inviable.
Según sus propias palabras: La forma exactamente opuesta al modo correcto de hacer ingeniería.
Mientras se enfocaban básicamente en arquitecturas de misión más tradicionales, Zubrin comenzó a colaborar con su colega David Baker cuya estrategia abogaba por un enfoque extremadamente simple, sin elementos innecesarios y un modelo muy robusto.
Sus objetivos que eran "utilizar recursos locales, viajar liviano, y vivir del suelo" pasaron a ser la base de Mars Direct.
Este procedimiento químico-ingenieril relativamente simple ha sido utilizado desde el siglo XIX,[8] y aseguraría que solo el 7% del combustible necesario para regresar a la Tierra debía ser llevado hasta la superficie de Marte.
Durante el viaje, se generaría gravedad artificial vinculando la Unidad de Hábitat con la etapa superior agotada del cohete, y haciendo que ambos giren en torno a un mismo eje.
Para lograr un aterrizaje preciso se dispondría del servicio de una baliza radar que fue llevada en el primer viaje.
Con intervalos de dos años se enviaran misiones posteriores a Marte para garantizar que un VRT se encuentre sobre la superficie del planeta siempre, esperando a ser utilizado por la próxima misión tripulada o la tripulación actual en caso de una emergencia.
El plan comprende varios lanzamientos utilizando vectores lanzadores de tamaño similar al Saturno V usado en el programa Apolo, el cual podría ser desarrollado a partir de los componentes del Transbordador Espacial.
El cohete propuesto denominado "Ares", utilizaría los cohetes avanzados de combustible sólido del Transbordador Espacial, un tanque exterior modificado similar al del Transbordador y una tercera etapa nueva basada en Lox/LH2 para la impulsión hacia Marte de la carga.
La cubierta inferior aloja los motores cohetes del vehículo y una pequeña planta química de producción.
En el centro del vehículo existe una zona denominada "refugio para tormentas" que provee protección contra radiaciones peligrosas (como por ejemplo las provenientes de erupciones solares), mientras la nave se encuentra en el espacio y en la superficie de Marte.
El plan fue resistido por los grupos dentro de NASA que trabajaban en la Space Station y conceptos de propulsión avanzados, ya que su trabajo ya no sería necesario para llegar a Marte.
En el 2011 el gobierno del presidente Obama denegó la financiación para el proyecto y el programa Constelación fue cancelado.
El VRT permanece en la órbita de Marte para ser utilizado en el regreso a la tierra, mientras que el MAV no tripulado aterriza y fabrica propulsores en la superficie para que puedan ser utilizados posteriormente en el ascenso a la órbita de Marte donde espera el VRT.
En conclusión, veinte o más personas podrían ser enviadas por el mismo coste que supondría devolver unas cuatro.