Fue cuatro veces medallista de oro en los Juegos Centroamericanos.
Se interesó por la práctica deportiva desde muy temprana edad ya que sus padres eran profesores de educación física.
Su padre, también de nombre Mario Tovar, practicó la lucha en su juventud, pero posteriormente se dedicó a los deportes acuáticos, en especial a los clavados y es conocido por haber sido entrenador del clavadista y medallista olímpico mexicano Joaquin Capilla.
Compitió en cinco Juegos Olímpicos consecutivos desde 1952 hasta 1968.
Con solo dos años de práctica logró ser campeón nacional de México en su categoría y fue seleccionado para participar en sus primeros Juegos Olímpicos en 1952 en Helsinki, Finlandia.