En 1958, con quince años de edad, trabajó como fonomímico con los payasos Carlos Castro Pat, Cayo Pinto y Rulli Rendo.
[cita requerida] Viajó a Europa, donde recorrió España, Francia e Italia.
[3] En el Perú, escribió dos libros: Mi primer pajazo (1970) y Yo solo sé que soy un imbécil (1997).
Entonces la policía mandó llamar al psicólogo Poggi para que verificara la patología invocada por el detenido.
Soy Mario Poggi, soy psicólogo de la PIP, si quieren los llevo para que vean cómo hipnotizo al asesino y lo hago confesar sus espantosos crímenes».
[6] Poggi empezó un extraño ritual, tocándole la cabeza al prisionero, que no emitía sonido alguno.
―gritaba Poggi ahuecando la voz―, aquí en el cráneo puedo palpar tu inteligencia asesina».
Vino, recibió su cheque, y recién en la madrugada mató a Díaz Balbín.
El juicio criminal contra Poggi, por el asesinato premeditado de un detenido en pleno cuartel policial, se transformó en una especie de chiste macabro, adornado con comentarios sarcásticos del acusado, quien se comportó como un showman ante jueces y fiscales.
El presupuesto para el filme ―como en todas las películas de Zegarra― fue bajísimo (apenas 11.000 dólares estadounidenses) y por eso, según la versión de Zegarra, se llegó a un acuerdo con los actores (Mario Poggi, Américo Zúñiga, Yesabella, Rossi War, Víctor Ángeles y Wilmer Ato) para pagarles cuando la película se comercializara y se recuperara la inversión, además en la película participó la conocida cantante La Tigresa del Oriente, interpretando a Magaly Medina, quien más tarde se haría famosa por sus videoclips musicales en YouTube.
No hubo dinero para pagar la campaña publicitaria y solamente se explotó la popularidad de las vedettes que participaron en la película (como Martha Yesabella Vásquez Chávez).
El argumento copia fielmente lo ocurrido en el caso criminal de Poggi aunque para aumentar la audiencia del público las víçtimas del "psicótico" Ángel Díaz Balbín son siempre prostitutas.
En sus últimos años Poggi militó en el Partido Nacionalista Peruano, más por afán de notoriedad que por convicciones políticas.
Mario Poggi tuvo dos hijos con su primera esposa, Julia Carmen Manrique: Karla Estela.