Mari Pepa Estrada

Su tío Eduardo Estrada, ilustrador de la revista Blanco y Negro, fue quien la introdujo en el mundo del arte.

Este nunca mostró su apoyo a la faceta artística de Mari Pepa, lo que hizo que ésta no las mostrara al público hasta sus 64 años, cuando su amiga la periodista Josefina Carabias la convenció para exponerlas públicamente.

Primero debutó, en secreto, en Lisboa y después en Málaga.

[2]​ La pintora también se dedicó, con más de 80 años, a la escritura.

Sus memorias tuvieron un gran éxito y fueron reeditadas en varias ocasiones.