Marthe Vogt, su hermana mayor, fue una neurofarmacóloga que se convirtió en miembro de la Royal Society y profesora en Cambridge.
[3] La familia vivió durante la Segunda Guerra Mundial en la Selva Negra, en un instituto privado en Neustadt, donde trabajó extensamente en el desarrollo de Drosophila.
Fueron los primeros en cultivar con éxito el virus in vitro y pudieron purificarlo en placas, un paso esencial para la producción posterior de vacunas.
[7] Marguerite Vogt hizo contribuciones significativas como científica en múltiples áreas como genetista del desarrollo de Drosophila, como viróloga que trabajando con el premio Nobel Renato Dulbecco, y como investigadora de la transformación viral y la inmortalización celular.
Su trabajo nunca fue reconocido con un premio importante, destacó por su dedicación y estuvo ocupada en su laboratorio hasta los 80 años.