[1] Su tesis doctoral obtuvo el Premio Profesor Eduardo Prayones (Mejor Investigación del Derecho Civil), Universidad de Buenos Aires, 2001 y el Premio Facultad mediante Resolución C.D.
[10] Su pensamiento inspiró la implementación de normas positivas que han obligado a la tutela judicial efectiva en temas alimentarios[11] y a la incorporación, en el nuevo Código Civil y Comercial Argentino, de protecciones específicas para discapacitados.
En su versión original, Córdoba agregaba a todo heredero que se sacrifique por atender al causante de la sucesión, en ellos quedaba incluido el cónyuge.
[15] El profesor Córdoba ha sido uno de los puentes tendidos desde la doctrina argentina más moderna que ha permitido visibilizar los ingentes esfuerzos que desde el Derecho cubano se hace para reconstruir la doctrina científica del país en los cánones del Derecho hispanoamericano.
En la oportunidad, la alcaldesa de Tempelhof/Schöneberg, Angelika Schöttler, destacó el aporte del jurista argentino y la Rundfunk Berlin-Grandeburg RBB, la Cancillería argentina y revista austríaca LSVD difundieron un elogio sobre el contenido expuesto.
Este inspiró la aplicación del vigor híbrido, con origen en la biología, a las ciencias sociales, sintetizando en que cuando todos los individuos piensan igual no se produce enriquecimiento entre ellos, en tanto si cada uno aporta argumentos y conclusiones diversas, el poder sostener las originales obliga a robustecer sus fundamentos o modificar la conclusión.
Su obra Tratado de la Buena Fe en el Derecho despertó interés en diferentes países.
[28] En noviembre de 2007 participó del evento Le prospettive del diritto privato, organizado por el Consiglio Nazionale Forense, en el que compartió el estrado con juristas de la talla Guido Alpa-Presidente del Consiglio Nazionale Forense- de Victor Uckmar, Giovanni Iudica, Cesare Massimo Bianca y otros juristas.
[29] En marzo de 2010 participó del V Congresso giuridico per l'aggiornamento forense, organizado por el Consiglio Nazionale Forense, ante centenares de juristas de distintos países, entre los que se encontraban Guido Alpa, Pietro Rescigno, Angelo Falzea, Giuseppe Conte, Alfredo Galasso, Andrea Mascherin, Pierluigi Tirale, entre otros.
El designado para las correspondientes laudatio fue Córdoba, por su coincidencia intelectual con el premier en cuanto sus ideas sobre solidaridad jurídica, equidad y la empresa responsable.