Marco Emilio Bárbula (en latín, Marcus Aemilius L. f. Q. n. Barbula) hijo del consular Lucio Emilio Bárbula, fue cónsul en 230 a. C., y llevó, junto a su colega Marco Junio Pera, la conducción de la guerra contra los ligures.
[1] Zonaras señala[2] que, cuando los cartagineses oyeron hablar de la guerra de Liguria, decidieron marchar contra Roma, pero que renunciaron a su plan cuando los cónsules entraron en su país, y recibieron a los romanos como amigos.
Esto es evidentemente un error y debe, con toda probabilidad, referirse a los galos, que, como sabemos por Polibio,[3] estaban en un estado de gran agitación en esta época debido a la lex Flaminia, que se había aprobado cerca de dos años antes, en 232 a. C., la cual permitía la división de la tierra picentina.