Marceliano Gutiérrez

El historiador Jorge Basadre describe así a cada uno de los hermanos Gutiérrez:

Previamente, intentaron convencer a este mandatario para que anulara las elecciones, sin resultado.

Balta fue llevado preso al cuartel de San Francisco, donde fue custodiado por Marceliano.

En el Callao estalló también la revuelta contra los Gutiérrez y hacia allí se dirigió Silvestre para imponer el orden, lo que logró, no sin esfuerzo.

Mientras tanto, irrumpieron en la habitación donde se hallaba Balta el mayor Narciso Nájar, el capitán Laureano Espinoza y el teniente Juan Patiño, quienes acribillaron a balazos al presidente, mientras se hallaba dormido.

[2]​ Ante la ebullición popular, Tomás decidió abandonar Palacio y atrincherarse en el cuartel de Santa Catalina, mientras que Marceliano se dirigió al Callao, con el batallón Zepita, para reprimir al pueblo alzado.

En Lima, la población sublevada levantó barricadas frente al cuartel de Santa Catalina, que empezó a sufrir los rigores del sitio, por lo que Tomás salió con sus tropas, haciendo retroceder a los sitiadores.

Mientras tanto, en el Callao, Marceliano adoptó disposiciones para repeler al pueblo, pero cuando se disponía a disparar un cañón de grueso calibre sufrió un disparo en el estómago, que le cegó la vida.

Asesinato de José Balta.
El cadáver de Marceliano Gutiérrez es arrastrado por las calles de Lima hacia la Plaza de Armas.