Durante este período hizo su primera película, el cortometraje documental Renaissance Du Havre (1950).
Como a muchos cineastas franceses cuya primera oportunidad de dirigir un proyecto les llegó durante la posguerra, Camus eligió el tema del sacrificio personal en el contexto de la guerra, aunque al contrario de la mayoría de sus colegas, que trataron la Segunda Guerra Mundial de una manera natural, Camus tomó como objetivo la guerra en Indochina.
Basada en una novela de Jean Hougron, Fugitivo en Saigón representa un pueblo atrapado entre dos frentes.
Posteriormente, Camus se embarca en tres películas en colaboración con el escenarista Jacques Viot.
La primera, Orfeo negro (1959), le trae fama internacional.