Son lugares antropológicos los históricos o los vitales, así como aquellos otros espacios en los que nos relacionamos.
[3] Autores como Rodanthi Tzanelli, Maximiliano Korstanje y Peter Merriman advierten que no existe un consenso claro a la hora de precisar la naturaleza de un lugar antropológico.
En este sentido, Auge no da ni aporta una definición convincente sobre que es un no-lugar.
La agencia negocia el sentido de pertenencia según sus propios intereses y su biografía culturalmente condicionada.
[5] En este sentido, los no lugares son actualmente habitados por personas que han quedado excluidos del sistema económico.